Adrián,
se te escapó la vida entre esperanzas,
entre
dolor y sueños de alegrías,
que nos llevó a creer que
vivirías
mas lo que sueñas, no es siempre lo que
alcanzas.
La Parca te eligió, te quiso entero,
tan
prendada quedó de tus virtudes
que no quiso brindarte sus
saludes
optó por titularte compañero.
Para
nosotros, irte no te has ido;
si tu fisonomía se ha
esfumado,
tu esencia entre nosotros ha quedado,
en
nuestros corazones se ha escondido.
Dolor es lo que
sienten nuestras almas
en esta tan ingrata coyuntura
que
luego devendrá nostalgia pura
porque tu ausencia será
presencia calma
que fue el amor quien la dejó
grabada
uniendo nuestras vidas a tu vida,
abriendo
en nuestro ser tamaña herida
y tu memoria en nuestras
mentes clara.
Descansa en paz, Adrián, tenemos tu
alma,
que tu presencia está en los que te aman,
tu
vida es ya eternidad preclara.
MLB.
